El doctor Marko ha sido claro con los nuevos propietarios de la F1, “si no hay igualdad de motores nos iremos”.
Los chicos de la bebida energética llevan unos años nerviosos desde que llegaron los nuevos motores híbridos que acabaron con su reinado de 4 años.
El mago Newey poco puede hacer en tema de motores, y ahí Red Bull se empezó a tambalear a la vez que los motoristas les negaban un motor en condiciones.
Renault los adoptó como a un hijo, y este año con el cambio de normativa donde había mayor presencia de la aerodinámica todos esperábamos verles luchar contra Mercedes a poco que Renault acertara con el motor.
Pero se han vuelto a dar con la puerta en la cara, al motor le falta potencia y la aerodinámica no funciona.
Red Bull es un equipo campeón pero ha perdido sus alas al depender de otros, ahora quien tiene la sartén por el mango son los equipos de fábrica.